miércoles, 1 de septiembre de 2010

Medidas ante la crisis: reajuste presupuestario municipal


Más de un artículo he dedicado a la situación financiera del Ayuntamiento, consciente de que su estado marca el resto de políticas municipales.

Es una realidad constatable que todos los ayuntamientos padecen un desequilibrio financiero fruto de una creciente asunción de competencias sin un trasvase equivalente de fondos. Sirva como ejemplo la gestión de la Residencia de Ancianos, donde el ayuntamiento mantiene un servicio que no le es propio con un coste importantísimo, y al que no puede ni debe renunciar, al menos según mi óptica política.

Ahora la profundidad de la crisis afecta de lleno a los ayuntamientos, reduciendo sus ingresos en partidas presupuestarias fundamentales: cae en picado el impuesto de construcciones (se inician muy pocas obras de nueva planta), el de plusvalías (que grava las transmisiones), la participación en tributos del Estado (al recaudar mucho menos por impuestos, la bajada se transmite a los ayuntamientos), los impuestos ligados a la actividad económica, o se dificultan las ventas de suelo público. Resultado: bastantes cientos de miles de euros menos de ingresos. Es imperioso y necesario recortar también los gastos.

No es una autojustificación, es una realidad, aunque haya ayuntamientos que gestionen mejor o peor dentro de las dificultades. Eso lo decide el  ciudadano. Pero no se puede perder la globalidad de un problema real si hay que buscar soluciones con garantías.

Como en muchas familias, y como en todas las administraciones se ha hecho inevitable un plan de reajuste presupuestario que compense la caída de ingresos. Hay que gastar menos eliminando o aplazando actuaciones e inversiones. Se ha analizado partida por partida, gasto por gasto, para definir qué es lo imprescindible, qué lo importante y qué lo prescindible o aplazable, considerando prioritarios los servicios sociales (más necesarios que nunca), la actividad administrativa y los servicios básicos.

A partir de ahí se ha elaborado un plan de reajuste de un millón de euros, entre fondos propios y compartidos. Un millón de euros que van a dejar de gastarse en 2010, respecto de los presupuestado, y aunque es doloroso, es necesario para garantizar la sostenibilidad económica municipal.

Ha tocado ajustarse el cinturón a todas las concejalías y se tocan todas las partidas presupuestarias.


Detallo algunas del conjunto de las 100 medidas de ajuste: reducción del 15% del sueldo del alcalde, reducción del 50% en dietas, reducción de gastos de festejos en verbenas, conciertos e iluminación, reducción intensidad del alumbrado público, instalación de calderas de biomasa, eliminación de los gastos de representación, aplazamiento de inversiones en optimización energética, Ciudad 21, Plan de Movilidad, instalaciones deportivas, limitación del concierto de la Residencia Padre Zegrí a las plazas existentes actualmente, reducción del 30 al 50% de las subvenciones a las asociaciones, eliminación de adquisición de mobiliario, unificación del horario de apertura de Policía y Ayuntamiento, reducción de contrataciones de teatro, música, reducción de desplazamiento de autobuses de deportes, reducción de hasta el 50% de actividades de las concejalías, eliminación de fiestas de barrio, reorganización horaria en las residencias, participación de los usuarios en diversos servicios y actividades, unificación de compras de productos, amortización de puestos de técnico de medio ambiente y ALPE, aplazamiento de diversos certámenes, reducción del 50% de gatos de publicidad, renuncia a la TDT comarcal municipal, colaboración con la Guardia Civil para optimizar los horarios de la Policía Municipal. Y un largo etcétera.

El reajuste ha sido doloroso y quedan en el camino proyectos que han costado mucho trabajo, pero cuando no se puede, no se puede. Y la importante merma de ingresos requería acciones decididas y una hoja de ruta que se ha elaborado con seriedad, determinación y responsabilidad.

En cualquier caso la situación de los ayuntamientos necesita un replanteamiento. No es un problema sólo de Villacarrillo, y no tiene una solución sólo para Villacarrillo, aunque en un futuro cercano habrá que reajustar servicios, revisando aquellos que son deficitarios y no esenciales.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

hola sebastian le aprecio porque ademas de un politico de primera que suda la camisa. tiene madera de emprendedor.

pero analize el excmo ayto como una empresa.

-no sera que los ajustes se han hecho un poquito tarde y exprimido demasiado la breva.

-no sera que al ayto hay que darle el trato que a una empresa cuando le sobre admtvos, policias, operarios, arquitectos,,,, indemnizelos y no ahoguen al ayto

en fin no solo lo digo por el ayto de villacarrillo si no por creo que el 95% de los ayuntamientos de españa

lo unico que me jode es que no haya hecho alguna verbena en fin de semana dado que tengo que trabajar .

gracias y suerte a todos

Anónimo dijo...

Yo creo que un ayuntamiento jamás debe ser como una empresa. El objetivo de una empresa es ganar dinero. Legítimo. El objeto de un ayuntamiento es ofrecer unos servicios básicos y otros sociales. Además de que es imposible echar a un funcionario como un policia, ni siquiera con indemnización.
Yo creo que se ha hecho bien metiendo la tijera, incluso se han quedado cortos. Y hago alguna propuesta: corridas fuera, dejando solo los encierros; concierto fuera; el agua al precio de ciudad, y para las piscinas el doble; entrada a los encierros un euro; programa de feria a un euro; los tractores que tambien paguen el impuesto de circulación; a partir de 1.000 olivas un impuesto por cada otras 500. Y podría mencionar algunas más.
En lo que si estoy de acuerdo es en felicitarte por este blog, que es el único espacio interesante en internet del pueblo y por tu trabajo como concejal, la verdad es que te lo curras.

Acuario dijo...

Criterios empresariales como racionalización del gasto, cumplir los presupuestos, productividad, eficacia, profesionalidad, etc, son perfectamente aplicables a todos los niveles de la Administración, y por supuesto a los Ayuntamientos.

Lo que no es de recibo, es hinchar el dispendio en nóminas para pagar, por ejemplo, la cantidad ingente de cargos de confianza y amiguismo, que han indo creándose en los años de bonanza económica. Creo que si los responsables políticos fuesen objetivos, podrían aligerar esa pesada carga, sin reducir los servicios al ciudadano.

Anónimo dijo...

Creo que estais haciendo lo correcto. Suprimir gastos siempre perjudica a alguien concreto, pero beneficia a la colectividad que es la que pone el dinero y paga.
Es cierto que puede tener un coste electoral, pero habeis puesto por delante el interés de Villacarrillo sobre el de ganar elecciones. Podeis tener la conciencia tranquila.

Anónimo dijo...

claro que no puede obtener beneficio y en caso que lo obtuviese reinvertirlos en prestaciones de servicios para el pueblo.
pero si debe optimizar sus recursos y cuando sobre pues recortarlos y perfectamenta como tiene personal laboral tanto policia como admtvos, tecnicos, oficiales, peones,,,. HACER UN ERE.
LO QUE NO PUEDE HACER ES DERROCHAR EL DINERO DE TODOS LOS CIUDADANOS PAGANDO SUELDOS QUE NO SON RENTABLES. NO DISCUTO QUE EN UN MOMENTO LO FUESEN, PARA TAL O CUAL MISION , PERO SI ESA MISION TERMNO PUESTO SE TERMINO.
A QUE NADIE DEJA A LOS JORNALEROS EN EL CAMPO CUANDO ACABA LA RECOGIDA DE ACEITUNA,,,,

EN CUANTO A LO DE QUITAR CORRIDAS PUES NO LO VEO LO QUE HUBIESE HECHO ES UNA SOLA. DADO QUE HAY QUE DARLE GUSTO A TODOS LOS CIUDADANOS, LOS QUE LE GUSTAN LOS TOROS LE RESPETAN A VD NO. PUES ESO RESPETE A LOS TAURINOS.

EN FIN CREO QUE VA SIENDO HORA DE AFILAR Y METER TIJERA,, CUANTO MAS TIEMPO PASE EL DRAMA SERA PEOR.
Y LA LEY DE MORISIDAD EN SEPTIEMBRE.