sábado, 10 de enero de 2009

Decálogo del buen político (y III)

Finalizo con este artículo la trilogía sobre las reflexiones del catedrático de Filosofía Política, Ramón Vargas Machuca.
La política adolece del vértigo de lo cotidiano, y al final lo urgente no nos deja ocuparnos de lo importante. La reflexión sobre el código moral y de conducta, sobre lo actuado y sobre el cuerpo de creencias políticas y sociales no puede verse aparcado por la vorágine de asuntos que a diario confluyen en la actividad política y que a menudo desbordan nuestra capacidad.

Siguiendo con el decálogo:

8.- Un político no debe ser cruel, pero si astuto. Para moverse en la selva de las relaciones humanas necesita cautela y sagacidad. No debe dejarse llevar por la espontaneidad de "charla con los amigos", demostrará cálculo, y cuando de un paso, sabrá donde va a poner el pie. La astucia no es engañar, pero si lo es el no ser engañado.
9.- El político debe responder de sus acciones y omisiones y rendir cuentas a los mecanismos institucionales. Una mezcla de poder y buena conciencia puede llevar al político a autoexonerarse de responsabilidades.
10.- El político debe explicarse a sus ciudadanos, pero sin caer en la propaganda infantilizada y los trucos publicitarios. Hay que persuadir con razones confesables y fundadas en valores, huir del sectarismo que condena la opinión del contrario por el mero hecho de serlo sin darle opción a que tenga alguna brizna de razón ni la opción de convencernos de algo.

Con este decálogo no se persigue el éxito, sino el reconocimiento de que los logros son fruto de proyectos valiosos y acciones bien hechas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me llevé una gran alegría encontrando, por azar, esta página de Villacarrillo. Resido en Buenos Aires, pero mi papá era de Villacarrillo y cuando vivía no paraba de platicar de su pueblo, porque aunque vino muy joven siempre atesoró esa parte de su vida como la más feliz de todas. Me ha encantado conocer a alguien de ese pueblo, que en algún modo es el mio.
Espero poder seguir leyéndote y disfrutar con gente de Villacarrillo.