miércoles, 28 de enero de 2009

Preparando los presupuestos municipales 2009

Los presupuestos municipales son el acto político más importante del año. En ellos se plasman con cifras las políticas y las promesas de los partidos. De nada valen las ideas y los discursos si no se arbitran medios económicos para hacerlos realidad.
Se parte de una premisa desalentadora, los recursos de los que disponen los ayuntamientos para prestar los servicios que hoy ofrecen son claramente insuficientes, y a la espera de la reforma de la Ley de Haciendas Locales, todos los ayuntamientos de España tienen graves problemas económicos.
Este año se suma la difícil situación económica del país que ha afectado de lleno a los ingresos de los ayuntamientos, y la elaboración del presupuesto tiene ahora un verdadero carácter político.

Cabe la opción clásica: despedir personal, eliminar servicios que generan una baja contraprestación económica (servicios sociales: residencias, centro día, discapacitados, atención a mayores, guardería, albergue), aumentar impuestos, reducir al mínimo las inversiones en calles, saneamiento, agua o infraestructuras y limitarse a cambiar bombillas, dejando que los servicios se deterioren. Así el ayuntamiento seguro que ahorra, no entra en mayores deudas, y se pone bajo cubierto. También es seguro que los despidos generan más paro, la eliminación de servicios sociales perjudica a quienes más sufren la crisis, el aumento de impuestos recae sobre una sociedad castigada y las desinversiones paralizan la importante actividad económica que vienen generando el Ayuntamiento y que contribuye a mantener sectores profesionales y empleo eventual pero imprescindible.

Y aquí es donde los partidos verdaderamente marcan sus diferencias. Personalmente creo que la dirección correcta es no aumentar el personal municipal pero si contribuir al mantenimiento del empleo, no tocar los servicios sociales porque son la garantía de atención mínima para los más necesitados, aumentar los impuestos con el índice de precios para no sobrecargar las economías, y acometer un importante nivel de inversiones que mantenga, al menos al ralentí, la actividad económica local permitiendo un alivio a los sectores profesionales y al empleo que genera.

Ahorro en lo prescindible, apretarse el cinturón con responsabilidad, pero no abandonar a Villacarrillo a su suerte cuando más falta hace que su Ayuntamiento esté presente para servir de colchón en esta complicada situación.

Los presupuestos municipales para 2009 contemplan, en un primer borrador, un total de 14,1 millones de euros (2.400 millones de pesetas) con unas inversiones de 4,4 millones, que unidas a los 2,1 de fondos del estado y la Junta de Andalucía, la elevan a 6,5 millones de euros, una cifra histórica y record en Villacarrillo, que va generar riqueza y empleo, y que va a mejorar nuestras infraestructuras y servicios.
Que duda cabe que se tensa la hacienda municipal y que el Ayuntamiento no va a vivir ninguna situación cómoda, y que se acumularán dificultades financieras de todo tipo, pero los políticos no estamos para la comodidad de la administración local mientras la población pasa dificultades. Para eso me quedo en mi casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero que sea cierto que los trabajadores no sena quienes apechuguen con la pero parte de la crisis, aunque no estoy convencido. Se está aprovechando la crisis para despedir muchos más trabajadores de los que sería lógico y las empresas están actuacndo irresponsablemente.