domingo, 28 de diciembre de 2008

Sobre la estadística de paro

Las cifras de paro en Villacarrillo son las que son, pero conviene conocer el entorno de donde provienen para explicarlas con verosimilitud. Existen dos sectores bien diferenciados, el de régimen eventual agrario y el régimen general.
Las cifras en el sector general tienen dos componentes, los fijos discontinuos del campo (como los empleados de cooperativas y algunos otros) que siguen las mismas pautas cíclicas que los eventuales agrarios, y los parados no agrarios que serían el verdadero paro, tal y como se computa en el resto de España, cuyas cifras se mantienen en una banda entre 330 y 430, fuera de campaña de aceituna, es decir entre el 3% y el 3,9% sobre la población (carezco de datos sobre población activa, que podría aumentar el porcentaje al 4,5%-6%). Son cifras alejadas de los parámetros nacionales.
En el sector de eventuales agrarios se producen hechos significativos. Se constata que el ciclo económico de Villacarrillo no está sujeto a los avatares nacionales, sino muy claramente a los buenos y malos años de cosecha y los meses de recolección. Y aunque pueda resultar chocante que en plena campaña el número de inscritos esté en cifras de varias centenas, puede ser debido a la rotación de inscripciones durante estas fechas.
Sería muy interesante conocer el número de familias que tienen a todos sus miembros en paro, lo que reflejaría una dimensión más real del problema, porque la tragedia de una sola familia en paro ya es motivo de preocupación social.
Los demás sectores se mueven con ciclos acompasados al del campo, y aunque pudiera pensarse que la construcción sufre especialmente la situación, es constatable que un buen número de trabajadores de la misma tiene diversificada su actividad en el sector agrario.
Un dato que no aparece en las estadísticas es el número de inscritos que recibe prestaciones económicas y que se sitúa con toda seguridad en un alto porcentaje. Prestaciones que no son las del régimen general pero que permiten a muchas familias cubrir sus necesidades básicas y mantener un nivel de vida mínimamente digno.
Otra cuestión sería la de la picaresca, de difícil cuantificación y sobre la que cada uno seguro que tenemos nuestra propia opinión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hablas de picaresca y te quedas corto, hay que llamarlo por su nombre: fraude. Porque fraude es llevarse el dinero de todos cuando no se necesita porque se le está robando al que si lo necesita. Y si no, cuantos hombres y mujeres hemos visto que saca el INEM para las quicenas del ayuntamiento y que tienen varios miles de olivas. Esos aprovechados están chupando unos fondos públicos que se restan a lo que hay que repartir entre los que si lo necesitan, y a la vez nos lo están robando de nuestros bolsillos que es de donde sale al final.
Y todos los conocemos porque tienen caras y nombres y somos tan cobardes para callarnos y no denunciarlos publicamente como lo que son, unos sinverguenzas.
Y reconozco que hay muchas familias que sobreviven gracias a un dinero más que recortado, por eso me subleva ver a los aprovechateguis de siempre chupando de la teta, cuando tienen las espaldas bien cubiertas, las cuentas del banco bien repletas y una cosecha notable para liquidar cuando toque.

Halatriste dijo...

Se te haN olvidado unas cosas en el tintero amigo "ANONIMO", y si me lo permites las añadiré yo.

La mayoría tienen miles de olivas y buena cosecha, precisamente porque han cobrado el paro durante muchos años, por supuesto varios miembros de sus familias, y a la par trabajan sin cotizar, y si cotizan algo, es porque les firman jornales empresas formadas por un solo familiar, que por supuesto no paga sueldos ningunos.

Otra matización que te hago, es que todo esto que dices no es un fraude. Es su SISTEMA.

Por qué es un SISTEMA? pues porque no se investiga nada y porque se tolera por la Administración, tanto local, como provincial y autonómica, y por el funcionariado del SAE (de base o de dirección, por dejación o por orden superior).

A cambio, los gobernantes se aseguran sus votos para la legislatura y poder seguir sentados en el sillón. Lo malo de todo esto, es que me temo que si se cambiase de gobierno, todo seguiría siendo igual, porque por ejemplo, en Valencia o Murcia, gobernados por el PP, ocurre exactamente lo mismo.

A todo este SISTEMA se le llama con el eufemismo "POLITICAS SOCIALES DE EMPLEO AGRARIO" y otro término o código parecido, supongo.

Así es España, y ásí nos luce el pelo.

Un saludo y feliz 2009

www.halatriste.blogspot.com