lunes, 9 de junio de 2008

Vandalismo callejero y videovigilancia

Llegan al Ayuntamiento frecuentes quejas por actos de vandalismo en las calles: rotura de papeleras o bancos, pintadas en monumentos, destrozos en jardines, destrucción de fuentes o daños en parques infantiles. Sucede en toda España y en ocasiones sube de intensidad para llegar a la quema rutinaria de coches. En Villacarrillo es un vandalismo de baja intensidad, muy molesto, costoso que genera alarma social y sensación de impotencia.

La mayoría de los autores no tienen conciencia de hacer algo malo al no considerar el patrimonio público como propio, y su destrucción no les produce sentimiento de culpa. Es un problema, entre otros, de educación, y que por lo frecuente y generalizado de difícil solución. Sucede que quien ha sido testigo de como varios niños rompen el columpio de un parque público se acerca a pedir que se les sancione, pero en le momento de denunciar se echa para atrás por que no quiere meterse en problemas con nadie. Y sin testigo, nada que hacer. Se reclaman sanciones duras, pero según la ley tienen que ser proporcionadas a la falta, y la solución no es poner un policía en cada calle y en cada parque. Y no siempre los actos son impunes, aunque no salen a luz pública la policía municipal y la guardia civil han resuelto positivamente los más significados, baste recordar el incendio de la biblioteca del instituto.

Algunos sugieren la videovigilancia de los espacios públicos. Villacarrillo la tiene en el interior de algunos edificios municipales, pero su instalación en calles o parques tiene una discusión de fondo. Aparte de la necesaria autorización gubernativa o judicial, estamos hablando de invadir la intimidad individual de quienes pasean por la vía pública. Cada vecino puede ser observado y grabado. Se contraponen elementos de seguridad pública con libertades individuales. Hay opiniones diversas al respecto, pero al menos hasta ahora no se ha tomado la decisión de instalar videovigilancia.

En mi opinión debe seguir así, pero si se produjesen actos de vandalismo sistemático de más consideración en alguna zona habría que plantearse la instalación puntual y temporal de medios electrónicos, eso si, con todas las garantías de tratamiento y confidencialidad de las imágenes como marca la legislación. Pero sólo como medida absolutamente excepcional y temporal.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que pillar a los delincuentes in fraganti y para eso es necesaria mas policia, mas guardia civil y camaras de vigilancia en las calles principales y los parques. Quien no hace nada no tiene nada que temer.

Anónimo dijo...

Si las camaras en las calles pueden evitar delitos pues bienvenidas sean. Los comerciantes, los peatones, los padres se sentirán más seguros y a buen seguro nos ahorraremos muchos disgustos solo con que la gente sepa que están alli por que son un elemento disuasorio. Yo si que soy partidario por que como dice el del mensaje anterior los que tienen que preocuparse son solo los delincuentes y los vandalos.

Anónimo dijo...

Vamos, que se va a poner Villacarrillo a lo GRAN HERMANO. Menudo Reality, va ser digno de ver. ¡ Mucho Ojo, eh!, tendremos tener cuidado de con quién entras y sales ( nos enteraríamos de más historias de cuernos y deslices amorosos), y de las conversaciones que mantuviéramos tenemos cerca de estos aparatos (sabríamos quién nos critica y saca bulos y maledicencias sobre nuestra persona), e incluso en un alarde de vanidad podríamos pasearnos con nuestros mejores modelitos de la temporada primavera-verano, nuestra melena rubia tamizada de unas mechas perfectas, para que quedara constancia fehaciente de que guapa soy y que tipo tengo.
No seamos incrédulos, si se ponen cámara los Vándalos, los Suevos, Alanos y los Hunos con Atila a la cabeza van a tardar 24 h en destrozar estos aparatos de vigilancia. Efectivamente es un tema de educación, de todos. Porque hay lideres de 17 años pero los/as que arrancan los geranios recién plantados no tienen 17 años y eso también constituye un acto de vandalismo, por eso digo que mas educación cívica para todos, todoooos.
Un saludo

Anónimo dijo...

Estoy con este último mensaje, nadie puede violar mi intimidad por muy en la calle que esté, y nadie tiene que verme pasear con mi novia, ir de cervezas con mis amigos, pelearme con mis padres o comprar una camisa. Salvo casos gravísimos la grabación de imágenes en la calle no está justicada y es un atentado a las libertades individuales.

Anónimo dijo...

Hay que ser realistas, las libertades individuales por supuesto, pero cuando me encuentro un niñato quemando un contenedor, o un crio pisoteando las flores del jardín o una cuadrilla destrozando el columpio del parque pienso que me están quitando mi derecho a disfrutar y usar esas cosas que también son mías y que ls he pagado con mis impuestos. Y ahí fallamos todos, por que pensamos que lo que hay en las calles no es de nadie, no lo paga nadie y desde luego que no es mio y tengo el derecho a disfrutarlo y el deber de defenderlo.

Anónimo dijo...

Por supuesto que hay que ser realistas, pero es una triste realidad que esto sucede porque tenemos un grave problema de EDUCACIÓN. De educación cívica y democrática, de respeto hacia los demás y hacia nosotros mismos y por supuesto de respeto hacia lo que es de todos. Y esta educación no sólo debería de dirigirse hacia los niños y los jóvenes sino también hacia los papás y mamás que amparan y consienten determinadas conductas de sus hijos, y algunos adultos tienen conductas que dejan mucho que desear. Creo que les vendría bien ir con sus hijos y nietos a clase de educación para la ciudadanía.

Por cierto, esta asignatura y su debate social sería un buen tema para que el autor del blog expresara su opinión.

Anónimo dijo...

Si hay quien no quiere que se pongas cámaras de vigilancia, es porque algo teme. Los delincuentes piensan igual, que no quieren que les controlen porque algo temen. Las personas normales, que nada malo tienen que ocultar, les da igual que les vigilen; es más, creo que desean la video-vigilancia para que la Justicia ponga a buen recuado a los indeseables de la sociedad.